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Los Gilinski rechazaron la oferta de volver a ser dueños de Bancolombia

Luego de dos meses de negociaciones, grupos Sura y Argos siguen bajo control de inversionistas paisas, mientras Nutresa, de los valleaucanos. Fuerte valorización de las firmas en bolsa.

La posibilidad de que la familia Gilinski volviera a tener el control de Bancolombia quedó planteada durante las reuniones que sostuvieron con las directivas de las empresas del GEA, en la búsqueda de un acuerdo que pusiera punto final a la puja por el control de Sura y Nutresa iniciada 18 meses atrás. Los inversionistas declinaron la oferta, luego de considerar que la procesadora de alimentos tiene mayor proyección mundial que el banco.

Convertirse en el mayor accionista del Grupo de Inversiones Suramericana (Grupo Sura), con más del 38 por ciento de sus acciones en el bolsillo y en uno de los principales socios de Nutresa, con cerca del 32 por ciento (lo que les permitió ‘colarse’ en las juntas directivas de estas dos organizaciones), estaba lejos de ser la última jugada de los Gilinski, en la disputa en que se enfrascaron desde hace poco más de 18 meses con la directivas de las empresas del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), incluidas las de Argos.

Eso lo tenía bien claro la mayoría de quienes venían haciéndole seguimiento a la pelea de esos dos poderosos inversionistas por el control de las joyas de la corona del GEA. Lo que no estaba en las cuentas de muchos fue el sorpresivo acuerdo con el que se le puso fin esta semana a esa contienda, que ya había pisado los estrados judiciales y amenazaba con prolongarse varios años, trayendo a la memoria lo ocurrido unas décadas atrás con la lucha por Bancolombia, que tardó 10 años en dirimirse, pero que al final también se hizo con un pacto cuyas condiciones aún siguen en absoluta reserva.

Lo revelado el miércoles nadie lo esperaba, comentó un comisionista de bolsa consultado, pero coincidió con otros en que es una decisión positiva para el mercado, las compañías en disputa y sus accionistas.

Tan pronto como el mercado bursátil colombiano cerró sus operaciones a las 4 de la tarde del pasado 24 de mayo, directivas de los grupos Sura, Nutresa y Argos le informaron al mercado que se había llegado a un acuerdo con Gilinski y sus representados: JGDB S.A.S, Nugil S.A.S, International Capital Holding L.L.C y AFLAJ Investment L.L.C.

Con ello, Gilinski y sus socios pasarán a tener el control de Grupo Nutresa, con al menos el 87 por ciento de sus acciones, pero a cambio saldrán de su participación en el Grupo Sura (38,03 por ciento).

“Un anuncio que toma por sorpresa al mercado, con más preguntas que respuestas, abriendo la puerta a la especulación masiva en el grupo”, señalaron en un escueto comunicado los analistas de la firma BTG Pactual Colombia, quienes dijeron que eso llevó a la BVC a suspender la negociación de las acciones de esas tres organizaciones por 15 días hábiles.

Aún cuando la filigrana de cómo se llevarán a cabo esas operaciones (fijando como fecha límite el 15 de junio), se han conocido algunas de las condiciones pactadas en las reuniones que iniciaron en marzo, la mayoría de estas realizadas en Abu Dabi y España.

Punto de quiebre

Con el fin de las opas por Sura y Nutresa, en noviembre del 2022, la tensión y las diferencias entre los representantes de las empresas del GEA y los Gilinski se trasladó a las asambleas de accionistas y luego a las juntas directivas de dichas organizaciones, a tal punto que derivaron en demandas penales en las que ambas partes se acusaban de actuar al margen de las normas de mercado, manipulación de juntas directivas y otras contravenciones.

“Cada reunión era más tensa que la anterior, el desgaste era enorme, mientras los temas claves para las compañías y sus accionistas pasaban a otro plano y estaba desgastando mucho las organizaciones”, relató una fuente presente en varias de esas reuniones.

La situación se volvió tan crítica que, a mediados de marzo, se llegó al punto de quiebre en el que las partes acordaron sentarse en buenos términos a encontrar una salida que beneficiara a todos y, si bien no fue fácil encontrar consenso en algunos puntos, al final hubo humo blanco frente a las pretensiones que cada grupo de inversionistas tenía.

Así las cosas, el GEA concentrará el negocio financiero y asegurador a través de Sura, y el de infraestructura y energía, con Argos, mientras la familia Gilinski se centrará en el negocio de alimentos y consumo con Nutresa.

Fin de las demandas

Pero ¿en qué quedaron las pretensiones de los inversionistas vallecaucanos por Bancolombia?

En una de las reuniones finales, la posibilidad de que los Gilinski se pudieran quedar con la entidad fue planteada como parte de las negociaciones, pero la oferta fue desechada por los inversionistas, ciñéndose a su plan inicial de lograr el control de Nutresa, una organización a la que siempre han considerado con enorme potencial de expansión mundial, aprovechando la capacidad y conocimiento del sector alimenticio de su socio Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, quien controla, entre otros, la firma internacional Royal Group de Abu Dabi.

Este jeque árabe de 53 años es miembro de la familia gobernante en Abu Dabi, con inversiones en petróleo, seguridad nacional, banca, alimentos y tecnología, entre otros.

El rechazo de tomar el banco no es la única sorpresa de este acuerdo. Mientras algunos consultados señalan que no hay entrega de recursos de por medio en estas operaciones, pese a que las valoraciones de las compañías son distintas, otros dicen que el inversionista árabe tendrá que poner dinero, por ese cruce accionario que viene y que seguro se hará a través de nuevas opas.

Pero también, como parte del Memorando de Entendimiento (MOU), las demandas judiciales instauradas por las partes llegan a su fin, mientras que aún se conversa sobre si se establece un tiempo para que, en el futuro, se puedan presentar nuevas ofertas por el control de dichas empresas, sobre todo en Sura y Argos, pues en Nutresa no habría riesgo ya que con su nueva estructura sus dueños no tendrían la obligación fiduciaria de vender.

Ganancia para todos

Entre los analistas del mercado hay consenso en que el acuerdo ofrece ganancias para todos, el mercado, los inversionistas, las compañías y, por supuesto, los accionistas.

“A primera vista, creemos que esta transacción (o serie de ellas) debería ser positiva para el mercado colombiano en un contexto de bajos volúmenes. También vemos que las transacciones podrían ayudar a simplificar la estructura de Grupo Argos y Grupo Sura, lo que podría ser visto como positivo por los inversionistas”, señaló Steffanía Mosquera, analista de Credicorp Capital.

Solo en estos 18 últimos meses la acción de Sura se valorizó un 95,4 por ciento al pasar su precio de 21.200 a 41.420 pesos; la de Nutresa, lo hizo en 165,9 por ciento, pues de costar un solo título de la compañía 21.740 pesos el 10 de noviembre del 2021, pasó a 57.800 pesos el miércoles.

Ese salto de las acciones ha elevado el valor en bolsa de Sura y Nutresa; en la primera, en más de 10 billones de pesos y en la segunda, en unos 16,6 billones.

“Ellos invirtieron 2.700 millones de dólares, entre opas y compras de acciones de mercado, y solo el valor de Nutresa en bolsa hoy es cercano a los 6.000 millones de dólares, pero el valor fundamental de esa compañía (según valoraciones de algunos bancos de inversión) se acerca a 8.000 millones de dólares, con lo cual, en 18 meses logran una ganancia cercana a los 5.000 millones”, advierte un analista del mercado.

Agrega que cuando las acciones vuelvan al ruedo de la BVC, a mediados de junio, es muy probable que continúen repuntando lo que, sin duda, traerá un mayor beneficio a los accionistas, entre estos, los fondos de pensiones.

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2023-05-28T07:00:00.0000000Z

2023-05-28T07:00:00.0000000Z

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