Casaeditorialeltiempo

Petro Pilatos

Mauricio Vargas mvargaslina@hotmail.com

“Viendo Pilatos que se hacía más alboroto –nos cuenta el evangelista Mateo–, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: ‘Inocente soy yo’...”. El pasaje bíblico cobra vigencia en Colombia en estos días.

En Pilatos pensé cuando escuché, en entrevista con Noticias RCN ,al presidente Gustavo Petro negar que él hubiese escrito el trino de su cuenta oficial de Twitter, en el que aseguró: “Hemos encontrado con vida a los 4 niños que habían desaparecido por el accidente aéreo en Guaviare...”.

El mandatario dijo que él no escribe lo que aparece a su nombre en esa cuenta, culpó de la falsa información al ICBF y, como Pilatos, se lavó las manos en señal de inocencia.

Cuando muchos suponíamos que el mandatario llega tarde a todo –o incluso no llega– porque anda dedicado a su Twitter, ahora resulta que eso tampoco lo hace él. Menuda sorpresa.

Puede ser válido que un asistente de confianza del primer mandatario se encargue de esas tareas, pero el Presidente debe saber que, en todo caso, la responsabilidad de lo que salga en su cuenta de Twitter es suya y solo suya.

Semanas atrás hizo lo mismo –lavarse las manos– cuando estalló el escándalo de las millonadas de dinero de origen oscuro, recibidas por su hijo Nicolás Petro, diputado a la asamblea del Atlántico. “Él se crio en Córdoba, estudió allá –le dijo el Presidente a Cambio–. Realmente nunca tuvimos la oportunidad de convivir: no lo crie, esa es la realidad”.

El año pasado, en plena campaña electoral, cuando su hermano Juan Fernando Petro fue pillado en plan de visitar a políticos condenados por paramilitarismo y corrupción, y a algunos jefes de bandas criminales, para venderles un plan de paz que se daría si Petro ganaba las elecciones, la campaña petrista corrió –a lo Pilatos– a desligarse de esas visitas.

Luego quedó claro que todo hacía parte de la llamada ‘Paz total’, programa bandera del gobierno Petro que, nueve meses después, está haciendo agua –y sangre– por todos los frentes, del Eln a las disidencias de las Farc, pasando por decenas de bandas criminales.

En vez de acogerse a la propuesta de paz, estos grupos han disparado los ataques armados, las extorsiones, los secuestros, las masacres y los asesinatos de policías y soldados, líderes sociales y, en un acto de crueldad sin par, de un grupo de niños indígenas.

Con su credibilidad lesionada porque el cacareado plan no produce ni paz parcial, ni mucho menos paz total, el Presidente ha salido a decir –otra lavada de manos– que esa expresión de ‘paz total’ no se la inventó él. Y eso a pesar de los nueve meses que su gobierno lleva coreándola a los cuatro vientos.

La manía de Petro de lavarse las manos es de vieja data. Ha insistido siempre en que, como guerrillero del M-19, jamás disparó un arma y que por eso sus manos están limpias de sangre... Como las de Pilatos. Queda por saber a qué se dedicaba en la lucha armada. ¿A escribir comunicados? ¿A las finanzas?

Veremos al Presidente lavarse las manos muchas veces más. ¿Qué pasará cuando se acaben el petróleo y el gas, y nos toque importar porque –tal y como se ha advertido– la transición energética necesita tiempo, en especial si el Gobierno ahuyenta inversiones como la de Enel en el parque eólico de La Guajira?

Si su reforma de la salud pasa –será muy difícil en el Senado– y eso desbarata el sistema, dirá que todo fue culpa de la ministra Carolina Corcho, o de su sucesor, Guillermo Jaramillo.

Si la reforma laboral pasa –también dudo que supere el Senado–, y miles de puestos de trabajo desaparecen, dirá que es culpa del capitalismo, del Tío Sam, de los ricos.

Para el Presidente, jamás habrá algo que sea culpa suya. Otra cosa es lo que piense la gente, pues todos esos temas –incluidos sus deberes como padre– son su ineludible responsabilidad. Por mucho que Pilatos se lavase las manos, la historia jamás lo absolvió.

El trino de los niños, los dineros de su hijo Nicolás, la ‘paz total’: Petro siempre se lava las manos.

Opinión

es-co

2023-05-28T07:00:00.0000000Z

2023-05-28T07:00:00.0000000Z

https://casaeditorialeltiempo.pressreader.com/article/281728388894170

Casa Editorial El Tiempo